Por José Eugenio Hoyos
En el mundo
moderno la mayoría de las organizaciones los productos más famosos y las
prendas de ropa se caracterizan por sus etiquetas y marcas; de la misma manera
los Cristianos nos identificamos con el signo de la cruz, pues la cruz
significa la salvación, la esperanza y el motivo y respuestas a nuestra Fe.
Los Carismáticos
nos identificamos anteriormente con el símbolo de “Una Paloma” ósea el Espíritu
Santo. Pero recientemente se nos ha dado la Cruz Carismática que es un resumen
de lo que verdaderamente es nuestra espiritualidad Carismática y que nos une y
nos identifica a todos los que formamos esa gran legión de creyentes Carismáticos.
Podemos ver
claramente como del costado de Cristo brota una gran corriente misericordiosa
de gracia que con fuerza es arrastrada por el Espíritu Santo para llevar la
buena nueva al mundo entero. En la parte de arriba encontramos las palabras en Latín:
“Veni Creator Spiritus” que nos invitan inmediatamente a invocar al Espíritu
Santo. Como fuente de derramamiento de Dones y Carismas.
Todo lo que pidamos
al Padre por medio del Espíritu Santo se nos va a ser concedido.
Esta corriente
de gracia nace en el costado de Cristo pues hemos experimentado en nuestras
oraciones que la sangre del Costado de Cristo tiene un poder sanador y
liberador. En mi experiencia con los enfermos de cáncer utilizo e invoco la
llaga del costado de Jesús y he notado que maravillosamente la recuperación de
estos pacientes ha sido más rápido y efectiva.
Invito de corazón
y con alegría a todos los Carismáticos y Católicos que nos acompañen en esta celebración
del Jubileo de la RCC a que lleven con Fe la Cruz Carismática como signo de
testimonio y conversión pues es una forma efectiva de evangelización y de participación
en esta bendita cultura de Pentecostés. Pues cada vez somos una fuerza viva con
un Cristo vivo, y un Espíritu Santo lleno de Poder, pues estamos Bendecidos,
Encendidos, Sanados y en Victoria.
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