Por
José Eugenio Hoyos
San
Lucas Capitulo 8 versículos del 4 al 10: y dice: “Un día se congrego un gran número
de personas pues la gente venía a verlo de todas las ciudades, y Jesús se puso
a hablarles por medio de comparaciones o parábolas: El sembrador salió a
sembrar. Al ir sembrando, una parte del grano cayó a lo largo del camino, lo
pisotearon y las aves del cielo lo comieron. Otra parte cayó sobre rocas:
Broto, pero luego se secó por falta de humedad. Otro cayo entre espinos, y los
espinos crecieron con la semilla y la ahogaron. Y otra cayo en tierra buena, creció
y produjo el ciento por uno... Al terminar, Jesús exclamo: Escuchen, pues si
ustedes tienen oídos para oír.” Sus discípulos le preguntaron que quería decir
esa comparación. Jesús les contesto: “A ustedes se les concede conocer los
ministerios del Reino de Dios mientras que a los demás les llega en parábolas así
pues mirando no ven y oyendo no comprenden.”
Después
de escuchar esta palabra una y otra vez no nos podemos quedar solo en el relato
y la enseñanza de la palabra hay que aplicarla en nuestras vidas y más como
servidor, o en el puesto que ocupes en la Renovación Carismática sea un
coordinador, parte del grupo Timón o en cualquier ministerio.
Dios
ha sembrado en cada uno de nosotros la semilla de la fe, desde el seminario de
Vida en el Espíritu hemos sido llamados a renacer a retoñar a una nueva vida,
estamos llamados a servir y a florecer en una gran corriente de gracia para
testimoniar que aquí somos testigos de un Cristo vivo y resucitado.
Cada
integrante de los grupos de oración en la Renovación Carismática somos
multiplicadores de esperanza de fe de sanación y de transformación al anunciar
el poder del Espíritu Santo.
Los Carismáticos
debemos ser heraldos de la Nueva Evangelización y de la cultura de Pentecostés.
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