Wednesday, May 15, 2013

Bendecidos, Encendidos y en Victoria en Pentecostés

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Con gran alegría y en oración, la Renovación Carismática y los grupos y círculos de oración nos estamos preparando para celebrar el cumpleaños de la Iglesia. Y para dar cumplimiento a la promesa de Cristo de recibir el Espíritu Santo, acompañado de dones y carismas como regalo prometido.
 “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo objetivo. De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento, que lleno toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se  posaron sobre cada uno de ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en diversas lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Residían en Jerusalén hombres piadosos venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo” (Hechos 2, 1-5).
Pentecostés es una bendición merecida a todas las familias que son constantes y permanecen en espera constaste y preparación a la vida eterna. Son familias bendecidas, comunidades bendecidas y llenas de la presencia de Dios. Encendidos porque en el momento que cayeron lenguas de fuego ese lugar se encendió y motivo a todos los presentes a no tener miedo y a salir a predicar la Buena Nueva de Cristo.
 De esa misma manera se nos llama a encender el fuego de nuestra fe y a encender nuestros corazones a Cristo. Y en victoria porque es el mismo Cristo Jesús que nos ha traído la victoria desde su cruz hasta nuestros días a todos los creyentes. Los apóstoles “… se llenaron del Espíritu Santo” para su santificación personal y para proclamar en toda lengua las maravillas de Dios. Pues en verdad estamos “Bendecidos, Sanados, Encendidos y en Victoria” ¡Ha llegado Pentecostés, Amen, Gloria a Dios!