Por Kelvin
Saravia
La Renovación Carismática (RCC) ha respirado por más de 50
años gracias a l oxigeno espiritual dado por el RUAH que es el Sople de Dios y
la fuerza del Espíritu Santo.
En el libro del Génesis se nos explica este RUAH desde el
momento de la creación. Nos dice el relato bíblico que Dios tomo humus (Tierra fértil)
y nos comunicó su RUAH (viento en hebreo), es decir nos sopló.
“Ruah: Brisa. Viento. Se lo considera como el Espíritu de
Yahveh y se aplica al “Soplo.” Es un don creador. Es un concepto que revela la
apertura hacia la trascendencia, hacia lo divino, hacia Dios. Es la fuerza de
Dios en nuestra vida.
Que interesante que raíz de la palabra espíritu es la misma
de la palabra respiración.
De su aliento, de su soplo surgió la vida espiritual y desde
entonces, desde ese primer momento de la humanidad, en cada ser humano hay un
anhelo por ese aire. Los seres humanos, conscientes o no, estamos en una búsqueda
constante por respirar del Señor.
Cada predicador Carismático, Sacerdote o laico, cada grupo y
asamblea de oración necesitan respirar ese RUAH y sentir el oxígeno en nuestra
labor Evangelizadora.
Cuando ores y alabes a Dios, abre tu corazón y tus pulmones
para que ese Espíritu de Dios, ese aire ese Ruah que habita dentro de nosotros,
se manifieste. Abre las puertas y ventanas de tu vida para que entre el Soplo
del Espíritu Santo y vivas un nuevo Pentecostés.
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