Por Kelvin
Saravia
Bien
la ha dicho el Padre José Eugenio Hoyos asesor de la Renovación Carismática de
Arlington Virginia cuando estaba predicando en el evento anual de “Lluvias de
Bendiciones” organizado por el Minuto de Dios: “Una misericordia sin perdón ni reconciliación
no funciona. Si no le agregamos el ingrediente del Espíritu Santo nuestra fe y
oraciones no funcionan.”
Y el
Padre José E Hoyos tiene toda la razón pues pedimos sanación de enfermedades y liberación
de todo tipo de cáncer y no se nos da porque existen muchos cristianos que han
intoxicado al Espíritu Santo por el pecado, la falta de perdón y la ausencia de
solidaridad y de obras de Misericordia añadió el Padre Hoyos.
Vivir
con resentimientos, rencores, venganzas y odios es lo que atrae enfermedades en
nuestras vidas. Todo esto es un gran veneno toxico para el espíritu y para el
alma.
La vida
hay que vivirla como Cristo nos pide que la vivamos: una vida abundante en
obras buenas. Somos cuerpo, mente y espíritu, y tenemos que tomar conciencia de
que el cuerpo siempre es dominado por la mente. Cuando pensamos mal de una
persona estamos afectando nuestro cuerpo con pensamientos nocivos y dañinos. De
ahí surgen los tumores cancerosos. Por eso es necesario orar con frecuencia
escuchar alabanzas Carismáticas que nos traigan mensajes sublímalas que le inyecten
sentimientos agradables al alma al cuerpo y al espíritu.
El odio,
el resentimiento y el rencor son como sombras que no permiten que recibas sanación
divina.
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