Por Kelvin
Saravia
La Renovación Carismática en Arlington Virginia celebro la
gran fiesta de Pentecostés recordando los 50 años del Jubileo de Oro de la RCC
a nivel mundial y los 100 años de las apariciones de la Virgen de Fátima.
El celebrante principal fue el Padre José Eugenio Hoyos
asesor de la RCC.
Cerca de 3,000 personas se dieron cita desde tempranas horas
en el amplio auditorio de la escuela de Mount Vernon en Alexandria Virginia.
El Padre Hoyos en su Homilía pidió a los Carismáticos mantenerse
fieles en la oración y en la alabanza, a vivir cada día la cultura de Pentecostés
y a ser multiplicadores de las bondades del Espíritu Santo.
Los Carismáticos le han arrebatado millones y millones de
almas al diablo y es por eso que el enemigo no nos quiere dijo el Padre Hoyos a
la multitud. El Padre Hoyos hizo énfasis en que la Iglesia nació al Soplo del Espíritu
Santo, y al impulso de su fuerza divina fue creciendo y fortaleciéndose. Cuatro
objetivos definían a aquella comunidad ideal: “Acudían asiduamente: a la
enseñanza de los Apóstoles; a la comunión; a la fracción del pan; a las
oraciones” (Hechos 2:42). Estos mismos objetivos deben caracterizar a la Renovación
Carismática a nivel mundial.
Pues los grupos de oración Carismáticos son una reunión fraterna,
un encuentro de hermanos(as) en Cristo Jesús; es una reunión para orar; es una reunión
para instruirse en la fe; es para que unidos en una misma Iglesia celebremos
con gozo la fe.
Si queremos brillar como el oro necesitamos vivir en unidad, oración,
unidad y más oración.
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