Wednesday, October 22, 2014

Tiempo del rosario con la Virgen María

Padre JOSÉ EUGENIO HOYOS

        
  Es muy placentero para los católicos el recordar que el santo rosario y la Virgen María van unidos y ambos nos llevan al encuentro maravilloso con Jesús.
Para los cristianos Católicos es un deber el rezar en familia el rosario pues nuestra madre la Virgen María ha hecho grandes promesas para aquellos que con devoción y perseverancia lo rezan a diario.
El mes de mayo como octubre nos da una gran oportunidad para rendirle un homenaje a María y participar en el santo rosario.
Personalmente me consta que las personas que rezan con fe el santo rosario reciben sanación, protección y son defendidos del enemigo.
Si usted no sabe rezar el santo rosario, quiero recordarle que hay cinco misterios. En cada misterio se recitan un Padre Nuestro, diez Ave Marías y una Gloria; es el santo rosario el lugar para reconocer a María Virgen como la madre de todos nosotros. Es a la vez el reconocimiento de que Dios a través de ella interviene a nuestro favor.


En cada decena del Ave María se medita el sufrimiento la lucha y el triunfo en ese caminar de Jesús por el camino de la vida, donde la Virgen María estuvo presente y actuante para ayudarle a cumplir su misión salvadora. El santo rosario prolonga la vida litúrgica de la Iglesia pero no la sustituye, al contario enriquece y da vigor a la misma Liturgia.
Es por ello que el santo rosario se enmarca como una plegaria dentro de la religiosidad popular que contiene un gran tesoro de valores que responde con sabiduría cristiana a los grandes interrogantes de la existencia. Nosotros los hispanos nos caracterizamos por ser Marianos y por la gran devoción que tenemos al santo rosario.
María anima, intercede, ora y favorece la acción del Espíritu Santo. Es ella la que conoce cómo actúa y que pasa en el corazón del hombre cuando es arrollado e inundado y el hombre viejo deja su condición para ser la criatura originaria: El Adán y la Eva regenerados por las gracias alcanzadas por Jesús en la cruz. Sin la Virgen María no podríamos comprender hasta donde llega el poder y la obra reconstructora del Espíritu Santo.

Con María y el santo rosario seremos portadores de la gracia de Cristo y multiplicadores de Bendiciones. Llevemos el rosario y a María en nuestros corazones y en nuestros hogares.
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