Por José
Eugenio Hoyos
En mi ministerio Sacerdotal y como predicador internacional
sobre Sanación y Liberación he podido y sigo experimentando infinidad de
sanaciones y liberaciones.
Cristo sigue sorprendiendo a la humanidad, solo nos basta
creer, orar y confiar más en el poder sanador de Dios.
Cada vez que en un retiro o evento Carismático sobretodo en
una misa de sanación escucho los testimonios de personas que Cristo las ha
sanado de un cáncer de seno, cáncer de próstata o colon, que los ha liberado de
una depresión, ansiedad, o una migraña, cuando puedo testimoniar personalmente
que una persona se levanta de una silla de ruedas es el mismo Jesús que esta
sanado.
Me angustia cuando personas se me acercan en una misa de sanación
y me dicen Gracias Padre Hoyos por haberme sanado, Padre Hoyos cuando usted oro
por mi me libero y sane y así no debe ser único que sana, libera, salva y
transforma es Jesús, Él es el dueño de los milagros y de las Sanaciones.
Cuando Pedro ejercía su ministerio de sanación no era la
sombra de Pedro que sanaba era Jesús el Nazareno el que tenía el poder sanador.
Cuando San Francisco de Asís lavo la piel de un hombre con lepra y oro para que
el demonio que lo atormentaba se alejara y dejara libre a su alma. No fue San
Francisco de Asís el que sanaba y libera era Jesús que con el Espíritu Santo le
daba fuerzas para cumplir su tarea.
Hoy te invito para que le pidas al Espíritu Santo a que te de
el don de sanación o liberación. Bendiciones vive una cultura de Pentecostés cada
día en tu vida.
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