Christine Stoddard | Catholic Herald
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El Padre Hoyos dijo que la parte más impresionante de la conferencia fue escuchar al papa y hablar con él por un rato después.
“Fue muy espiritual. El papa dijo que la Renovación Carismática es una corriente de gracia y una gran herramienta para evangelizar”, él dijo. “Nos habló de la importancia de tratar bien a la gente, de no tener miedo, de dar ternura y que nuestras homilías nunca sean aburridas ni largas”.
El Padre Hoyos dijo que además el papa habló de la diversidad de la iglesia.
“La iglesia tiene muchos rostros pero el verdadero rostro es el rostro de sufrimiento de Jesús”.
Después del discurso del papa, cinco sacerdotes tuvieron la oportunidad de pedir lo que describió el Padre Hoyos como “preguntas fuertes” sobre el sufrimiento sobre las necesidades de los pobres y la persecución cristiana.
Porque estaba sentado en la primera fila, el Padre Hoyos dijo que tuve el chance de acercarse al papa por unos minutos. Le pidió al papa para orar por Arlington, tener los inmigrantes en su mente y enfatizó el significado de su viaje a los Estados Unidos.
“En mi diálogo con él, me sentía que es un hombre muy santo”, él dijo. “Fue un encuentro humilde. Él es Jesús en la Tierra. Me sentí orgulloso de ser un sacerdote a causa de él”.
Hace tres meses que el Padre Hoyos recibió su invitación a la conferencia y, porque fue un evento con espacio limitado, viajó a Roma sin asistentes. Le informó a la comunidad hispana católica de sus actividades en Facebook y Twitter durante una experiencia que describió como “ocupada pero muy impresionante”. Debió salir temprano del evento porque tuvo obligaciones en Arlington.
“Me encantó todo pero la parte con más impacto fue con el papa”, él dijo.
“Fue muy espiritual. El papa dijo que la Renovación Carismática es una corriente de gracia y una gran herramienta para evangelizar”, él dijo. “Nos habló de la importancia de tratar bien a la gente, de no tener miedo, de dar ternura y que nuestras homilías nunca sean aburridas ni largas”.
El Padre Hoyos dijo que además el papa habló de la diversidad de la iglesia.
“La iglesia tiene muchos rostros pero el verdadero rostro es el rostro de sufrimiento de Jesús”.
Después del discurso del papa, cinco sacerdotes tuvieron la oportunidad de pedir lo que describió el Padre Hoyos como “preguntas fuertes” sobre el sufrimiento sobre las necesidades de los pobres y la persecución cristiana.
Porque estaba sentado en la primera fila, el Padre Hoyos dijo que tuve el chance de acercarse al papa por unos minutos. Le pidió al papa para orar por Arlington, tener los inmigrantes en su mente y enfatizó el significado de su viaje a los Estados Unidos.
“En mi diálogo con él, me sentía que es un hombre muy santo”, él dijo. “Fue un encuentro humilde. Él es Jesús en la Tierra. Me sentí orgulloso de ser un sacerdote a causa de él”.
Hace tres meses que el Padre Hoyos recibió su invitación a la conferencia y, porque fue un evento con espacio limitado, viajó a Roma sin asistentes. Le informó a la comunidad hispana católica de sus actividades en Facebook y Twitter durante una experiencia que describió como “ocupada pero muy impresionante”. Debió salir temprano del evento porque tuvo obligaciones en Arlington.
“Me encantó todo pero la parte con más impacto fue con el papa”, él dijo.