Por Karla Alemán
Todas
las cosas van bien, para los que aman al Señor: Aleluya – ¡¡Gloria a Dios!! ¡¡Amen!!
¡¡Bendito sea Dios!! Si te abandona la esperanza dile al corazón que es que
Dios tiene algo mejor en tu vida y que estas esperando la promesa que pronto
llegara a tu vida. Fuego, fuego, la Iglesia pide fuego, remolineando, remolineando,
alabare, y el muro se cayó, el muro de Jericó, son muchas de las expresiones y alabanzas
que escuchamos en jóvenes, niños y adultos en muchos lugares del mundo donde la
Renovacion Carismatica está atrayendo a miles de personas a la conversión.
El Papa
Francisco pidió a los jóvenes y a todas las personas en el Brasil que armaran líos,
salieran a las plazas a predicar la Palabra de Dios y eso es lo que la
Renovacion Carismatica ha estado haciendo ya por muchos años… trayendo almas al
cielo y al encuentro personal con Cristo.
El Padre
José Eugenio Hoyos, director de la Renovación Carismática en la Diócesis de
Arlington recientemente en una de sus predicaciones precisamente ante una
multitud en una de las plazas o playones en la Ciudad de Chajari, Entre Ríos,
Argentina, nos decía: “No hemos venido hoy a ocupar puestos, ni a llenar
espacio, hemos venido a anunciar que Cristo vive, y que el Espiritu Santo ha
llegado a sanar y a liberar en este Año de la Fe. Cada uno de nosotros somos
multiplicadores de esas bendiciones puestas en nuestros corazones en el
Evangelio de Cristo. Hay que evangelizar sin descanso y hasta que las rodillas
y los pies no den más.”
“Vayan a
contarle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los
leprosos son purificados, los sordos oyen, los muertos resucitan” (Lucas 7:22).
Ha llegado el tiempo de la esperanza y de la promesa anunciada por los
profetas. Pues “Los Milagros y las Sanaciones no suceden cuando lloras, sino
cuando oras”. ¡Amen!