Por José
Eugenio Hoyos
Millones y
millones de Católicos Carismáticos se preparan para la gran celebración de los
50 años de la Renovación Carismática en la Iglesia.
Hay muchos
preparativos, entusiasmo en los diferentes grupos y comunidades para este gran
acontecimiento que será inaugurado en Roma por el Papa Francisco.
La Renovación
Carismática es una gran oportunidad para que todo bautizado y creyente pueda
experimentar de nuevo “La Gran Promesa” y el sentir la fuerza del Espíritu
Santo en todas las comunidades.
Si en
algunas parroquias algunos Sacerdotes todavía no conocen ni han vivido la
experiencia de la Renovación Carismática no te desanimes, ánimo y únete a
quienes están viviendo y gozándose con el fuego del Espíritu Santo. No cargues
solo el abatimiento, únete a una comunidad orante y busca personas crecidas en
la Fe para que te ayuden a descubrir este gran regalo.
El poder de
la oración y el gozo de la alabanza harán que te decidas a confiar y a llenarte
más del Espíritu Santo.
La Virgen María
es una criatura maravillosa que nos va a ayudar muchísimo pues gracias a ella
se abrieron las puertas y entro el Espíritu Santo el día de Pentecostés. La presencia
del Espíritu Santo no ha cesado de actuar en la historia de la Iglesia y continúa
animándola. En este ámbito, la Renovación Carismática nació en el seno de la
Iglesia Católica en el año 1967, y ofrece a los creyentes, ante todo una
experiencia de vida: Procurar vivir día a día como un verdadero Cristiano, tal
como nos pide las Sagradas Escrituras.
La acción del
Espíritu Santo que se vive en las comunidades Carismáticas intentan recuperar
los mismos rasgos característicos de la primera comunidad Cristiana de Jesús y
los apóstoles. Seguiremos firmes y llenos del Espíritu Santo porque estamos
Bendecidos Encendidos Sanados y en Victoria.
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